La evolución de la Enfermería domiciliaria

Aarón

Aarón

La evolución de la Enfermería domiciliaria

Desde que la gran Florence Nightingale nos iluminó con su luz, el mundo de la Enfermería ha evolucionado ¡Y de que manera!

Actualmente vivimos en un mundo de inmediatez absoluta en cualquiera de las vertientes, sanitarias o no, si pides comida a domicilio lo quieres para ya, si pides un mueble para tu salón lo quieres tan pronto como pueda ser, de hecho si puedes pagar un sobre coste para que tu producto este en tu hogar lo antes posible lo harías.

En estas circunstancias la sanidad en general no se escapa de esta vorágine ya que es una variable cultural la que rige esta actitud. Si bien es cierto que en materia de salud es bastante más lógico que esta premura se vea tácitamente desarrollada por el equipo multidisciplinar.

Los quirófanos aceleran sus cirugías en busca de rendimiento económico y por supuesto con el objetivo de minimizar las largas listas de espera que asolan nuestro sistema sanitario casi perfecto desde mi punto de vista aunque esto daría para otro artículo. Los internistas, traumatólogos etc del mismo modo aceleran el alta del paciente con el fin de justificar la eficiencia hospitalaria hasta el punto que hoy en día nos caracterizamos fundamentalmente por ser los reyes de las cirugías ambulatorias (mayores o menores) hasta el 50% lo son en España. 3

En este giro copernicano que la sanidad esta asumiendo surge la enfermería domiciliaria con el claro objetivo de servir de enlace entre el hospital y el domicilio.

Este gran giro ha hecho que se vean muchas más empresas privadas como nosotros que den ese paso adelante en busca del paciente a nivel particular con el fin de cubrir esa grieta en el sistema sanitario.

Se trata de establecer un nexo que el paciente necesita no sólo a nivel asistencial sino sobre todo a nivel empático y emocional ya que pasa de ser sumamente atendido por diferentes profesionales incluso a la vez, a quedar absorbido en un mar de dudas post alta sobre su evolución.

¿Qué medicación tenía que tomar? ¿Cada cuanto tiempo? ¿Cuándo tenia la siguiente consulta? ¿Qué hago hasta entonces? ¿Me curo yo la cirugía o la dejo estar hasta la consulta? ¿Puedo caminar o tengo que guardar reposo?

Son dudas que a diario nos encontramos con los pacientes en domicilio. De hecho solo con realizar un seguimiento del paciente postoperatorio de forma semanal se atajan el 83% de las complicaciones relacionadas con el postoperatorio así como infecciones en la herida, errores en la administración de medicación, períodos largos de inactividad sin ser necesario.

Además actuamos directamente sobre el rol del cuidador reduciendo el síndrome del burnout en más del 65% ya que el paciente y cuidador realizan el Protocolo establecido por su enfermero en domicilio, las dudas quedan expuestas y la resolución de conflictos familiares sanitarios quedan en mayor medida abordados por el profesional.2

En esta época es en la que estamos ahora, con un salto cualitativo en conocimientos y en profesionalidad por parte de la Enfermera que queda reflejado en la responsabilidad que se asume en el hospital (sin que nada ni nadie lo valore a nivel económico o laboral) Y con otro gran salto a nivel de negocios que hace que el enfermero no sólo sea esa persona en un hospital sino que es capaz de tener cabida en el mundo empresarial/financiero.

Si Florence Nightingale alumbrase de nuevo todas las sombras proyectadas a su paso podrían ser perfectamente la evolución de la Enfermería Domiciliaria.